domingo, 8 de marzo de 2009

DON HIPÓLITO RUIZ


En 1754 nacía en la localidad burgalesa de Belorado el que fuera Director y “primer botánico” de la expedición que recorrió Chile y Perú durante once años, la que constituyó una de las empresas científicas más sobresalientes del reinado de Carlos III.

Este equipo dirigido por Ruiz, parte del puerto de Cádiz embarcado en “El Peruano”, tras seis meses de navegación, a comienzos de abril de 1777, arriban al puerto de El Callao donde comienzan su labor. La actividad de estos europeos, cuidadosamente vestidos y aseados, pero recorriendo los campos a pie con las carpetas debajo del brazo para recoger plantas, llamó poderosamente la atención de los nativos, no acostumbrados a tales ejercicios. El pueblo acuñó para ellos el nombre de “brujos yerbeteros”, con el que se les reconocerá desde entonces.

Años de laborioso trabajo donde Ruiz descubrió más de 600 orquídeas en el Perú. Trabajos que tuvieron sus dificultades como la acontecida en los primeros meses de 1780, donde preparando una visita a Huanuco, el la entrada de la Amazonía, se encuentran con el levantamiento de Tupac-Amaru.
Cuando volvieron a España en 1788, trajeron consigo veintinueve cajones de herbarios y dibujos, así como más de cien plantas vivas para el Real Jardín Botánico. Por desgracia su colección principal de cincuenta y tres cajones con ochocientos dibujos, plantas secas, semillas, resinas, bálsamos y minerales se perdió cuando el buque que los transportaba naufragó frente a la costa de Portugal.
En 1792 publica el primer resultado de la Expedición: Icnología, o tratado del árbol de la quina o cascarilla, obra que tuvo un gran éxito en el mundo científico como lo prueba el hecho de que, muy pronto, se tradujo al italiano (1792), al alemán (1794) y al ingles (1800).

Los manuscritos de este viaje permanecieron durante muchos años sin ser publicados. En 1931 se edita por primera vez partiendo de transcripciones de Barreiro. Pero esta edición se encuentra incompleta ya que faltaba lo referente a Lima y Huamalies. El Dr. Jaramillo-Arango investigando en el Museo Británico de Londres para su Historia de la Quina descubre un nuevo manuscrito de Ruiz con su expedición al completo, siendo editado en España en 1952.
En estos manuscritos Ruiz no solo comenta sus investigaciones botánicas, en ellos también narra sus observaciones ornitológicas. Estos son algunos ejemplos que podemos encontrar en “Relación Histórica del Viage a los Reynos del Perú y Chile 1777-1788”, publicado por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid.

- Capítulo III. Descripción de la ciudad de Lima. “Hay Condores, que son como los buitres en el tamaño y oficio; Gallinazos de tres especies, de cabeza negra y encarnada y de cabeza blanca y negra juntamente: los de cabeza encarnada, por lo común, habitan en el campo, y las otras dos especies en las poblaciones y sirven para limpiarlas de toda carne muerta; son tan vorazes que entre treinta y cuarenta de ellos, en menos de media hora, embuchan una mula, sin dexar mas que el armazon; y si alguna de las bestias que se hallan pastando en el campo está con matadura grande, con la sutileza que estos Pajaros tienen en su olfato, es hallada, aunque esté retirada de ellos tres ó mas leguas; y aunque no esté cercana a la muerte cargan sobre ella, y lo primero que le saca un Gallinazo son los ojos, y hasta que éste ha hecho su maniobra no osa ninguno otro llegar a la bestia, sino quando la ven tendida en Tierra, que entonces acuden todos con prontitud y, principiando por la parte posterior, le sepultan en breve espacio dentro de sus buches. Quando la hallan muerta esperan que uno de ellos la saque los ojos y después todos acometan como lobos. Si la bestia se halla con fuerzas para defenderse y huir, estos Paxaros la hacen su centinela hasta que logran el pillage”.

- Capítulo VII. Descripción del pueblo de Lurin. “En frente de la playa de Lurin, como a tres leguas de distancia mas adentro, se halla una porción de Mogotes, colocados á trecho de NO. á SE. linea recta,…en este hay diferentes cuebas, en las cuales habitan y procrean multitud de Paxaros de mar, y entre ellos infinitos Paxaros Niños ó Diomedea: quando alguna personase asoma á la entrada de dichas cuebas son tantos los graznidos que levantan estos Paxaros que la hacen huir inmediatamente, pues ademas de aturdir los oydos amedrentan y espantan al mas animoso y esforzado: sus graznidos imitan en cierto modo los rebuznos de un copioso numero de borricos. En este islote se recoge porcion considerable de Huano ó Estiércol de aquellos paxaros para el beneficio de las sementeras de maiz”.

- Capítulo LIV. Descripción del pueblo de Pillao. “Por la Poblacion y sus inmediaciones abundan los Gorriones ó Verderones y Zorzales; pero en los campos se crian buenas Pabas, y Gallinas de Monte, llamadas Haracos, por repetir con frecuencia las palabras Haraco-Manan-Haraco: sus carnes son muy tiernas y gustosas. Tambien abundan los Trequilles, Paxaros Dominicanos, Condores, Picazas ó Carpinteros y varios otros Paxarillos de Montaña y de Lagunas. Los Loros pasan por las mañanas y tardes en grandes vandadas y se esparcen por todos aquellos cerrros en busca de frutos y alimento”.

Durante el viaje de vuelta desde América a Cádiz observa varias aves marinas que también describe, un ejemplo de ello: “Pamperito: Es un Paxaro que se halla mas de 200 leguas de las costas, desde los 17 gº. hasta los 40 g.º Sur ; es del tamaño y figura de una Golondrina grande y seguram. es del Género Irundo. Vuela por la superficie de la mar, con suma rapidez, sin remontarse mas que 3 á 4 varas. El color de la pluma del vientre y pecho es blanco y lo mismo la del nacim. de la cola y la restante del cuerpo negra. No pude conseguir ninguno de estos paxarillos para dar una descripción más completa”.