martes, 20 de octubre de 2009

EL JOVEN CABALLERO


Este año pude visitar por primera vez el museo Thyssen-Bornemisza, claro está, una pinacoteca más pequeña que el Prado pero también más tranquila y que muestra grandes obras como la que paso a comentaros.


Esta pintura se muestra presidiendo la Sala 7 y pertenece a Vittore Carpaccio, (Venecia, circa 1460-1525/1526) pintor italiano del Renacimiento, dato importante a la hora de la interpretación del cuadro. Se conocen pocos datos de su vida lo que le da siempre un toque más misterioso. Hijo de un mercader de pieles se le menciona por primera vez en el testamento de su tío. Cambió el apellido paterno por el de Carpaccio en consonancia con el ambiente humanístico veneciano.

Recibió importantes influencias, directas o indirectas, de Gentile Bellini y de Antonello da Messina. En sus obras combina elementos copiados de la realidad con hechos legendarios y con descubrimientos propios. Su forma aditiva de narrar, está enriquecida con novedades como la perpectiva completa y un ambiente pleno de luz.


Centrándonos en la obra: "El Joven Caballero", data de 1510 y esta considerado como el primer retrato de cuerpo entero pintado en toda Europa. Carpaccio nos presenta a un joven soldado con la intensión de desenvainar su espada. Enmarcado en un paisaje de una naturaleza exuberante donde queda perfectamente integrado en un ambiente bucólico. Los pintores del Renacimiento grandes conocedores de la naturaleza y simbología, conocimiento del mundo natural que venía reforzado por la lectura de los bestiarios, práctica muy común durante toda esta época, cuando introducían en sus composiciones elementos naturales, lo hacían uniendo belleza y sentido.

Entre la fauna encontramos aves como jilgueros (marcas de fe) y un arrendajo que huyen asustados ante la presencia de una rapaz, un azor que ataca a una garza en vuelo mientras otra se encuentra junto al agua (estilización). Al fondo de la pintura surge un guerrero a caballo, corcel que cabalga con la cabeza gacha para resaltar su humildad, este jinete podría tratarse del mismo personaje principal, que sobre el yelmo que lleva sobre la cabeza hay un pavo real (símbolo de inmortalidad).

Pero también destacan un conejo y un armiño blanco que significan pureza y astucia como cazador, un ciervo (poder) y dos perro de caza (símbolo de la fidelidad). No faltan flores marianas como lirios y azucenas y la transparencia de espíritu que se ve en la claridad de las aguas.


Carpaccio describe los ideales caballerescos que representa este joven en una inscripción a la izquierda sobre el armiño: "Malo mori quam foedar" (Antes la muerte que perder el honor).


En definitiva, un cuadro recargado de símbolos utilizando la naturaleza. Pintura que me dejo cautivado por su belleza y la que no puedo dejar de recomendar.


lunes, 20 de julio de 2009

Lúculo y Apicio


La civilización romana contribuyó en gran medida a la evolución de la gastronomía en el viejo continente. Como ejemplo estos dos personajes del Siglo I. a C. responsables del desarrollo de las artes culinarias de aquella época.

Lúculo, un gran general, se dedicó al arte culinario cuando se retiró de sus campañas. Introdujo en Italia la cereza, el faisán y el melocotón. Se gastaba fortunas buscando manjares extravagantes y alcanzó la máxima celebridad con la frase: "Lúculo hoy come en casa de Lúculo", dando a entender a su mayordomo que no hacían falta invitados para comer bien.

Apicio es el autor del recetario de cocina más antiguo que se conserva el De re coquinaria, en cuyo libro VI, dedicado integramente a las aves aparecen recetas para condimentar los siguientes volátiles: avestruz, grulla, pato,perdiz, francolín, tórtola, palomas y pichones domésticos, tordos, becaligos, pavos, faisanes, ocas, aves hircosas, papagallos y pollos.


En estos banquetes además de la abundancia, se caía en la extravagancia de los platillos como lo demuestra el banquete que se hizo en honor a Aulio Vitelio a su regreso a Roma. Se dice que se sirvieron dos mil pescados de diferentes especies y siete mil aves; en una gran fuente de plata se ofrecieron también hígados de besugo, sesos de faisán, lenguas de flamenco y un monumental estofado.

El pastel de lenguas de ruiseñor o de sesos de alondra eran manjares que no faltaban en estas comilonas.


A finales del siglo I. a C. se produce, pues, algo novedoso (y religiosamente temible): un gran número de aves, no exenta de significado religioso, comenzaron por primera vez a ser consumidos en Roma. Plinio se lamenta de que la "gula humana" ha hecho que se extinguieran aves que antes existían pero que en su tiempo ya habían desaparecido y que están descritas en la Etrusca disciplina.

viernes, 5 de junio de 2009

"El último barquero"


En este día del medio ambiente donde todas las voces alertan por la conservación de este "planeta" me gustaría rendir homenaje a D. Julio Escuderos Córdoba, reconocido como el último barquero de las Tablas de Daimiel. Sí, memoria viva del último nexo de nuestra sociedad con una cultura extinta ligada al río y a la pesca en la meseta castellana.

Se seca Daimiel y esta sequía arrastra un rico caudal humano que ordenaba su vida en torno a estas lagunas, pescadores, cangrejeros, sanguijueleros, masegueros,...Familias que vivieron durante generaciones del río y de la pesca, manteniendo vivo el patrimonio de las casillas de pescadores.

Daimiel fue lugar elegido para cazar por importantes pesonalidades y Julio estubo presente en esas visitas. Alfonso XIII o Francisco Franco, donde curiosamente para atender una cacería en honor del entonces Jefe de Estado, celebrada el 17 de octubre de 1965, tubo que romperse de forma excepcional una orden ministerial dictada en 1959 que prohibía definitivamente la caza en las Tablas.

Los recuerdos de Julio han alimentado a idealistas y conservacionistas que en estos años continuamos defendiendo un futuro para esta zona húmeda y otros espacios amenazados.
Su memoria es un impulsu por la conservación de este Parque Nacional.


Foto:Julio, primero por la derecha.


domingo, 8 de marzo de 2009

DON HIPÓLITO RUIZ


En 1754 nacía en la localidad burgalesa de Belorado el que fuera Director y “primer botánico” de la expedición que recorrió Chile y Perú durante once años, la que constituyó una de las empresas científicas más sobresalientes del reinado de Carlos III.

Este equipo dirigido por Ruiz, parte del puerto de Cádiz embarcado en “El Peruano”, tras seis meses de navegación, a comienzos de abril de 1777, arriban al puerto de El Callao donde comienzan su labor. La actividad de estos europeos, cuidadosamente vestidos y aseados, pero recorriendo los campos a pie con las carpetas debajo del brazo para recoger plantas, llamó poderosamente la atención de los nativos, no acostumbrados a tales ejercicios. El pueblo acuñó para ellos el nombre de “brujos yerbeteros”, con el que se les reconocerá desde entonces.

Años de laborioso trabajo donde Ruiz descubrió más de 600 orquídeas en el Perú. Trabajos que tuvieron sus dificultades como la acontecida en los primeros meses de 1780, donde preparando una visita a Huanuco, el la entrada de la Amazonía, se encuentran con el levantamiento de Tupac-Amaru.
Cuando volvieron a España en 1788, trajeron consigo veintinueve cajones de herbarios y dibujos, así como más de cien plantas vivas para el Real Jardín Botánico. Por desgracia su colección principal de cincuenta y tres cajones con ochocientos dibujos, plantas secas, semillas, resinas, bálsamos y minerales se perdió cuando el buque que los transportaba naufragó frente a la costa de Portugal.
En 1792 publica el primer resultado de la Expedición: Icnología, o tratado del árbol de la quina o cascarilla, obra que tuvo un gran éxito en el mundo científico como lo prueba el hecho de que, muy pronto, se tradujo al italiano (1792), al alemán (1794) y al ingles (1800).

Los manuscritos de este viaje permanecieron durante muchos años sin ser publicados. En 1931 se edita por primera vez partiendo de transcripciones de Barreiro. Pero esta edición se encuentra incompleta ya que faltaba lo referente a Lima y Huamalies. El Dr. Jaramillo-Arango investigando en el Museo Británico de Londres para su Historia de la Quina descubre un nuevo manuscrito de Ruiz con su expedición al completo, siendo editado en España en 1952.
En estos manuscritos Ruiz no solo comenta sus investigaciones botánicas, en ellos también narra sus observaciones ornitológicas. Estos son algunos ejemplos que podemos encontrar en “Relación Histórica del Viage a los Reynos del Perú y Chile 1777-1788”, publicado por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid.

- Capítulo III. Descripción de la ciudad de Lima. “Hay Condores, que son como los buitres en el tamaño y oficio; Gallinazos de tres especies, de cabeza negra y encarnada y de cabeza blanca y negra juntamente: los de cabeza encarnada, por lo común, habitan en el campo, y las otras dos especies en las poblaciones y sirven para limpiarlas de toda carne muerta; son tan vorazes que entre treinta y cuarenta de ellos, en menos de media hora, embuchan una mula, sin dexar mas que el armazon; y si alguna de las bestias que se hallan pastando en el campo está con matadura grande, con la sutileza que estos Pajaros tienen en su olfato, es hallada, aunque esté retirada de ellos tres ó mas leguas; y aunque no esté cercana a la muerte cargan sobre ella, y lo primero que le saca un Gallinazo son los ojos, y hasta que éste ha hecho su maniobra no osa ninguno otro llegar a la bestia, sino quando la ven tendida en Tierra, que entonces acuden todos con prontitud y, principiando por la parte posterior, le sepultan en breve espacio dentro de sus buches. Quando la hallan muerta esperan que uno de ellos la saque los ojos y después todos acometan como lobos. Si la bestia se halla con fuerzas para defenderse y huir, estos Paxaros la hacen su centinela hasta que logran el pillage”.

- Capítulo VII. Descripción del pueblo de Lurin. “En frente de la playa de Lurin, como a tres leguas de distancia mas adentro, se halla una porción de Mogotes, colocados á trecho de NO. á SE. linea recta,…en este hay diferentes cuebas, en las cuales habitan y procrean multitud de Paxaros de mar, y entre ellos infinitos Paxaros Niños ó Diomedea: quando alguna personase asoma á la entrada de dichas cuebas son tantos los graznidos que levantan estos Paxaros que la hacen huir inmediatamente, pues ademas de aturdir los oydos amedrentan y espantan al mas animoso y esforzado: sus graznidos imitan en cierto modo los rebuznos de un copioso numero de borricos. En este islote se recoge porcion considerable de Huano ó Estiércol de aquellos paxaros para el beneficio de las sementeras de maiz”.

- Capítulo LIV. Descripción del pueblo de Pillao. “Por la Poblacion y sus inmediaciones abundan los Gorriones ó Verderones y Zorzales; pero en los campos se crian buenas Pabas, y Gallinas de Monte, llamadas Haracos, por repetir con frecuencia las palabras Haraco-Manan-Haraco: sus carnes son muy tiernas y gustosas. Tambien abundan los Trequilles, Paxaros Dominicanos, Condores, Picazas ó Carpinteros y varios otros Paxarillos de Montaña y de Lagunas. Los Loros pasan por las mañanas y tardes en grandes vandadas y se esparcen por todos aquellos cerrros en busca de frutos y alimento”.

Durante el viaje de vuelta desde América a Cádiz observa varias aves marinas que también describe, un ejemplo de ello: “Pamperito: Es un Paxaro que se halla mas de 200 leguas de las costas, desde los 17 gº. hasta los 40 g.º Sur ; es del tamaño y figura de una Golondrina grande y seguram. es del Género Irundo. Vuela por la superficie de la mar, con suma rapidez, sin remontarse mas que 3 á 4 varas. El color de la pluma del vientre y pecho es blanco y lo mismo la del nacim. de la cola y la restante del cuerpo negra. No pude conseguir ninguno de estos paxarillos para dar una descripción más completa”.

domingo, 1 de febrero de 2009

Jesús de Nazaret y las aves


Como podemos leer en el Génesis, primer libro de la Sagrada Escritura que se refiere a la creación del mundo, Dios creó el quinto día los animales acuáticos y las aves (Génesis 1.20).


En la vida de Jesús de Nazaret, hijo de Dios según la religión cristiana, nos podemos encontrar con algunas aves.


Los años en los que Jesús era un niño, quizas los menos conocidos, aparecen recogidos en el evangelio "apócrifo" llamado "Evangelio de la infancia de Santo Tomás" (80 d. C.). En él se cuenta que cuando tenía cinco años se encontraba un sábado jugando en la orilla de un arroyo y moldeó con barro doce gorriones, para los judios estaba "prohibido" trabajar este día, por lo que rapidamente fue avisado su padre José que se dirigió al lugar donde se hallaba Jesús a recriminarle la profanación del sábado. Jesús dando una palmada, y dirigiéndose a los gorriones, exclamó: "Volad". Y los pájaros abrieron sus alas, y volaron, piando con estruendo. (Evangelio de la infancia de Tomás:II)

Este milagro que no recoge el Nuevo Testamento lo podemos encontrar en el Corán, donde Jesús tiene una posición relevante, en relación a otros profetas que realizaron milagros. Dios menciona en el Corán que Jesús dice: "Os traigo un mensaje de vuestro Sustentador. Os modelaré con barro la forma de un pájaro y luego soplaré en él, para que se convierta así en un pájaro con vida, con el permiso de Dios..." (Corán 3:49)


Son también los evangelios apócrifos los que relatan como las golondrinas arrancan las espinas de la corona de Jesús y se ponen de luto por la crucifixión. (A2221.2.4; A2221.2.4.1). Así son llevadas las golondrinas a las leyendas tradicionales en las que son pájaros benditos porque con sus picos arrancaron las espinas de la corona de Cristo y por eso su blanco pecho está teñido de rojo. También se dice que por ello no se las puede matar, puesto que su muerte traería mil desgracias. Este echo forma parte de nuestros cuentos populares y así encontramos este ejemplo de la región murciana: "Las golondrinas y las caverneras (jilgueros) quitaron las espinas y los clavos a Jesús. En memoria de ello, las golondrinas llevan manto y las caverneras una mancha colorada debajo del pico.


Estas son algunas de las aves que aparecen en escritos relacionadas con Jesús pero si nos vamos a la pintura podemos encontrar como Perugino (1450-1523) en su obra "Adoración de los Magos" nos muestra a los Reyes Magos adorando al niño Jesús mientras un cetrero, con una pequeña rapaz en el puño forma parte del cortejo real. Bronzino (1503-1572) en la "Sagrada Familia con Santa Ana y San Juan Bautista" y Raffael (1506) en la "Madonna del jilguero" (imagen adjunta) representan a Jesucristo niño con un jilguero entre sus manos, esta ave tiene varias interpretaciones alegóricas, una de ellas la ya comentada anteriormente recogida en la tradición apócrifa, en la que los jilgueros se comieron las espinas de la corona de Cristo. En el "Bautismo de Cristo" de Verrocchio y Leonardo da Vinci una paloma representa al Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Jesús menciona la paloma como símbolo de sencillez y amor (Mateo 10:16).


Jesús como hombre también tiene las aves de su vida.